Martín Yaya

Guardavidas, practicante de artes marciales y hasta profesor de salsa son algunas de las habilidades de este Gran Maestro NAF.

Pero no destaca por sus logros físicos a pesar de haber cruzado en cueros el Beagle en verano y en pleno invierno del mismo año sino que lo más notorio de Martín es su gran corazón.

Su propia filosofía de vida se vió potenciada con su acercamiento a la NAF y allí pudo al fin amalgamar su espíritu aventurero con su amor al prójimo

Hoy en día Martín sigue usando a la NAF como una herramienta para explorar la naturaleza, conectarse y cuidar a los demás y también para conocerse a sí mismo y cuidar su salud.