Las boyas Catexflot

                Corría el año 2016 y la NAF comenzaba a expandirse desde Ushuaia hacia el resto del Cono Sur. Inmediatamente se evidencia que para que esta disciplina crezca y sea practicada correctamente, había que acentuar todas las medidas de seguridad, e inclusive incorporar protocolos que no son necesarios o tan importantes para las aguas templadas.

                En Buenos Aires, en Pilar se empieza a gestar el primer Grupo de Entrenamiento NAF y a la cabeza se encuentra Alejandro “Jano” Fontana, ex prefecto, nadador de rescate, guardavidas y también el Jefe de Seguridad de Lagos del Rocío.

                Entre otras medidas que Jano empieza a incorporar es el uso obligatorio de la Boya de Flotación para Nadadores. En el resto del mundo se empezaba a usar, pero aún no estaba tan difundido como hoy en día. En nuestro país, casi ni se conocía.

                Pero las boyas de seguridad que habían hasta ese entonces tenían una característica. Son inflables. Tienen una gran ventaja, es que son muy prácticas para viajar. Pero tienen varias desventajas. Primero que se pinchan, luego también que las deriva el viento y si el viento viene de atrás, se cruza la boya con la brazada del nadador. También cuesta mucho usarlas para filtrar las olas, ya que se son arrastradas y con ella el nadador. Y finalmente tienen un costo bastante elevado.

                Así que acá entra un escena un compañero nadador, que además trabaja en la industria textil. Jorge Casco, un NAF de la primera hora. Jorge ya nos había fabricado unas remeras con el logo NAF, unos bufs y unos ponchos cambiadores por los que a los NAF de ese entonces nos llamaban los Monjes NAF.

                Con la semilla de una idea de Jano, más la experticia de Jorge desarrollaron una boya completamente nueva. La Boya Rígida o Boya Catexflot.

                Si bien esta boya no se desinfla para entrar en un rincón de la valija, resuelve ampliamente todas las desventajas que generaban las boyas inflables. No las deriva el viento, no se cruzan con la brazada, no se pinchan, no te frenan al filtrar las olas y como si fuera poco, son mas económicas que las inflables.

                Así empezó a fabricarse estas boyas y empezaron a tener una gran aceptación entre los NAF… aunque no entre todos. Como a toda innovación, todo cambio, al principio tiene resistencia. Algunos nadadores profesionales arguían que les podía quitar tiempo y otros directamente decían que iba en contra del espíritu del nadador, que es enfrentarse sólo sin protección ni seguridad, ante la furia de las olas, las corrientes y el frío del mar.

                Rápidamente esos argumentos se disolvieron y privó la sensatez de saber que para que la NAF sea NAF debe tener Seguridad.

                Así fue que rápidamente la boya llegó a cada rincón del Cono Sur, y hoy nos llama la atención ver un nadador NAF sin boya. Eso se lo debemos fundamentalmente a Jano en su insistencia y a Jorge en recoger el guante y empezar a trabajar.

                Hoy en día Lagos del Rocío es un ejemplo de Seguridad NAF. Es el único centro de entrenamiento NAF que cuenta con (además de guardavidas y protocolos de seguridad), una boya de natación por cada nadador.

                Este es otro ejemplo de cómo la NAF vino a traer la novedad de la natación todo el año, sino las innovaciones en seguridad que hacen que esta disciplina sea hermosa y practicada correctamente.